La capirotada es un postre que lleva consigo la dulzura de la tradición mexicana y la historia de su pueblo. Este platillo, típico de la Cuaresma y Semana Santa, es una suerte de pudín de pan que entrelaza sabores como el piloncillo, el clavo y la canela, con texturas proporcionadas por ingredientes como el pan tostado, los frutos secos y el queso. La capirotada no es solo un postre, es una narrativa de aromas y gustos que se ha transmitido de generación en generación, manteniendo viva la esencia de la cocina mexicana.

Ingredientes para Capirotada

• 4 bolillos o baguettes del día anterior
• 2 tazas de piloncillo o azúcar morena
• 1 1/2 litros de agua
• 2 ramas de canela
• 3 clavos de olor
• 1 taza de pasas
• 1 taza de cacahuates pelados
• 1 taza de queso fresco desmoronado
• 1/2 taza de mantequilla
• Aceite para freír

Pasos para la Preparación de Capirotada

• Corta los bolillos en rodajas y fríelos en aceite hasta que estén dorados. Escúrrelos sobre papel absorbente.
• En una olla, agrega el agua, el piloncillo, la canela y los clavos de olor. Deja hervir hasta formar una miel. Retira las especias.
• Unta un poco de mantequilla en un molde para hornear y coloca una capa de pan frito en el fondo.
• Añade una capa de pasas, cacahuates y queso fresco sobre el pan.
• Vierte un poco de la miel preparada sobre esta capa y repite el proceso hasta llenar el molde, terminando con una capa de queso.
• Hornea a 180°C (350°F) durante 20-30 minutos o hasta que la parte superior esté dorada y crujiente.
• Deja enfriar la capirotada antes de servir. Puede disfrutarse tibia o fría.

La capirotada es más que un postre; es un manjar que encapsula el espíritu de la gastronomía mexicana y su historia. Al prepararla, es esencial seleccionar ingredientes de calidad, como un buen queso fresco que se derrita ligeramente y pan que tenga la textura adecuada para absorber la miel sin deshacerse. Este postre ofrece una experiencia única donde cada mordida es un recuerdo de la cocina casera y tradicional. La capirotada no solo nutre el cuerpo, sino también el alma, con cada capa que cuenta una historia de sabor y tradición.